Gamesa, una de las empresas españolas líderes en energías renovables, ha emitido una opinión clara y directa sobre el modelo energético español. El presidente de la compañía, Jorge Calvet, cargó las tintas contra el deficiente marco regulatorio del sector eólico: "falta una regulación clara y estable", lo que va "en detrimento" del sector. En esta línea añadió que "no es posible" que Gamesa "no haya vendido" en el país "ni un aerogenerador desde marzo de 2009", una circunstancia que achacó a "esa falta de política industrial". Calvet aseguró además que “con un marco regulatorio definido hubiéramos duplicado nuestra capacidad instalada".
Es evidente que la potencia económica de Gamesa es primordial para nuestro país: suma 23 fábricas y más de 4.000 empleos en España. Esa base fabril puede producir al año equipos con una capacidad global de hasta 2.200 MW. El grupo ya ha presentado un ultimátum: reducirá dicha presencia a la mitad si para 2013 no han cambiado la regulación y las circunstancias de mercado.
De hecho, Gamesa consiguió el 100% de sus ventas en 2010 en los mercados exteriores por primera vez en sus 35 años de historia. Además, en los concursos celebrados para la explotación de parques eólicos en Galicia y Cantabria no ha recibido ni un solo megawatio en concesión. En las dos comunidades, Gamesa contaba a principios de año con seis fábricas. Ya ha demostrado que sus advertencias van en serio, clausurando la planta de A Coruña. El futuro del resto "está seriamente en estudio", según Calvet, quien añadió que "no estaremos donde no seamos bienvenidos".
En contrapartida, Gamesa ha entrado en 2010 en diez países nuevos, entre ellos Siria, Nueva Zelanda y Sri Lanka, con 22 nuevos clientes. Próximamente inaugurará unas nuevas instalaciones en Brasil, cuenta con seis fábricas en China e invertirá 300 millones este año en el desarrollo de parques eólicos en Estados Unidos. También está presente en países árabes como Túnez y Egipto. Es innegable que Gamesa tiene el un pie fuera de España, y que retener sus inversiones requerirá un gran esfuerzo de remodelación del sector de la energías alternativas.
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