En lo que va de año el 36% de la electricidad generada en España ha tenido su origen en fuentes de energía renovable. A finales de 2010, España tendrá más de 20.000 MW eólicos y 500 MW termoeléctricos, los únicos en operación en la Unión Europea, lo que coloca a España a la cabeza mundial en esta tecnología.
Los avances tecnológicos están allanando el camino para conseguir fuentes energéticas más limpias, que permiten una gestión más eficiente de las redes y la integración de las energías renovables en el sistema eléctrico. Las interconexiones internacionales son vitales a la hora de integrar este tipo de energías.
Las tecnologías también están jugando un importante papel en la eficiencia energética. Gracias a las políticas de ahorro y eficiencia, España ha mejorado en los últimos seis años casi un 15% su intensidad energética, lo que ha supuesto un ahorro de 93 millones de barriles de petróleo anuales. El objetivo del Gobierno es seguir mejorando a lo largo de la próxima década, al menos un 2% anual.
Con el Plan 2000ESE, 2.000 edificios públicos mejorarán su eficiencia energética mediante la contratación con empresas de servicios energéticos, lo que les permitirá ahorrar, como mínimo, un 20% de su consumo energético en el horizonte 2012.
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