La organización ecologista Greenpeace ha denunciado que la temperatura de la tierra subirá tres grados centígrados si se cumplen los objetivos de reducción de emisiones presentados hasta el 31 de enero por países firmantes del 'acuerdo' de Copenhague, por lo que exigen "acciones" para lograr que el calentamiento a nivel mundial no supere los 2 grados centígrados "críticos para evitar los peores impactos del cambio climático", ya que, de este modo, no se evitará un "cambio climático catastrófico".
La responsable de la campaña de cambio climático y energía de Greenpeace, Aida Vila, lamentó que este acuerdo se negoció y firmó "al margen del procedimiento de Naciones Unidas", por lo que numerosos países no quisieron ratificarlo en la sesión plenaria final de la cumbre. "Los países que lo firmaron han desaprovechado este mes de enero en el que tenían que aumentar sus compromisos de reducción de emisiones, si querían demostrar al mundo que este acuerdo no es sólo un lavado de cara", señaló.
En cualquier caso (y predicciones aparte) , es evidente que firmar un protocolo no es suficiente, aunque el compromiso público es importante. Las declaraciones firmadas de este tipo son las única armas que tenemos los ciudadanos para pedir cuentas a los políticos, y poder comparar sus promesas con la realidad. En +Qenergía, la revista sobre energías renovables de MundiNova consultores, esperamos que la implicación de los gobiernos vaya más allá del papel.
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